sábado, febrero 19, 2005

Saludable incomunicación

Las malas interpretaciones son, muchas veces, la razón de los problemas.
Una mala comprensión puede causar desde un pequeño inconveniente hasta una guerra con desastrosas consecuencias.
El problema es cuando uno mal interpreta algo, no se da cuenta de que andaba errado hasta después de haberse generado lo que se generó a raíz de eso.
Por eso considero importante para todos mantener la mente abierta, ver que no todos somos iguales; entender que algunos miran al mundo de una manera distinta.
Si los problemas son de comunicación, “comunicándonos” vamos a solucionarlo.
Espero que no me mal interpreten...

martes, febrero 08, 2005

Incomodas preguntas


A lo largo de mis relaciones sociales, en especial con conocidos, comprobé que existen tres preguntas que no se pueden hacer, para evitar pasar un momento tenso:
- ¿Cuál es tu partido político?
- ¿Cuanto ganas en tu trabajo? y…
- ¿Con quien te acuestas?.

Son tentadoras, pero son prohibidas.


viernes, febrero 04, 2005

Cinema Paradiso

Confieso que esta es la única película que me hizo llorar.
Me la recomendó mi Tía Aurora allá por el 91 cuando tenia un video club en La Rioja.
Cuando me dijo que era Italiana y ganadora de un Oscar; tuve un poco de rechazo de verla, ya que las cintas europeas no eran de mi agrado en aquella época.
Se trata de un niño que le dicen Toto que vive con su madre y hermana en un pequeño y olvidado pueblo de Italia; su padre habia muerto en la guerra. Toto tiene un defecto, un amor arrollador por el cine. Todas las tardes llega al “Cinema Paradiso”, la única sala del pueblo; allí entabla amistad con el proyector Alfredo, un hombre mayor quien le enseñara la magia del cine.
Los años pasan, Toto crece y con la adolescencia llega el amor hacia Elena, una encantadora joven que ha llegado a vivir al pueblo. Los padres de ella, pertenecientes a la clase alta, trataran de impedir la relación, pues Toto es de familia pobre.
Me encanto esta película, quizás me identifico con el personaje... las sufridas caras de la gente de ese pueblo, las acertadas enseñanzas del viejo Alfredo, las metáforas con el mundo del cine, el amor incondicional de Toto por Elena y lo mejor: la música de Ennio Morricone, hacen de este filme una obra maestra.
Declaro y que no se divulgue: cuando la veo nuevamente, unas gotitas saladas salen de mis ojos.