martes, octubre 03, 2006

¿Y ahora que hacemos con el cuerpo?

"La ocasión hace al ladrón..."

Un problema social que nos rodea todos los días es la inseguridad y su moda delictiva, la de los robos en la salida de los bancos, llamados arrebatos o salideras. Me comento una vecina soltera y jubilada de mi edificio sobre lo curioso que le paso el año pasado en pleno verano santiagueño, y que no salio en los diarios.
Esta señorita mayor, tenía un viejo gato persa que se llamaba Benito, al que quería y cuidaba con exageración por ser su única compañía.
Por razones de la naturaleza, lo encontró muerto bajo la mesa.
Triste y bloqueada por la perdida de su mascota, pensó en un lugar donde ubicar el cuerpo del gatito, y especuló que si lo tiraba en una bolsa de basura, iba a ser destrozado por los perros; por lo que supuso que si sacaba la bolsa en el horario exacto que pasara el basurero, los vagabundos perros no iban a poder con los restos de Benito. Pero una vez en el camión, Benito seria descuartizado por la prensa de la maquina.
Como ninguna de las opciones la convencía, y para darle la merecida sepultura al animalito que tanto amó, decidió llamar a una hermana que tiene una casa con un gran patio. Le pidió si podía ubicar los restos del gato en algún rincón, a lo que la hermana accedió pero de mal humor.
Esta hermana para ganar tiempo antes de que llegue su marido y así evitar explicaciones, de mala gana empezó a cavar la fosa bajo el tremendo sol, mientras la dueña del fallecido Benito se dirigía a la casa.
En el transcurso del camino, a la altura del Banco Galicia, por atrás alguien le dió un cintazo en los dedos y empujándola con violencia le sustrajo el bolso “Adidas” donde llevaba el cuerpo del extinto gatito.
En el suelo, confundida por el golpe, observo un muchacho que subió a una moto con un cómplice que lo esperaba, tomando rumbo a toda velocidad por calle Avellaneda perdiéndose entre los autos. Mi vecina reponiéndose del dolor de la mano, no supo como reaccionar ante la situación, debido a lo insólito del robo.
Volvió a su departamento con sensaciones mezcladas de bronca y de sonrisa, imaginándose la cara de los ladrones cuando entusiasmados abran el bolso y en el momento de repartir, se encuentren con la sorpresa del jugoso y podrido botín.
Llamó a su hermana para comunicarle lo sucedido y esta, todavía con la pala en la mano, secándose la transpiración con la manga y molesta por el dolor de cintura; colgó enojada el teléfono. Retornó al patio y con fatigada angustia comenzó a rellenar pausadamente el pozo; silencioso exponente de un frustrado sepelio, mientras reflexionaba: “como en nuestra bien amada Argentina, ni los gatos muertos se salvan”.


sábado, septiembre 02, 2006

Vuele bajo


No crezca mi niño, no crezca jamás, los grandes al mundo le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona cada día más y pierde el camino por querer volar. Vuele bajo, porque abajo está la verdad. Eso es algo que los hombres no aprenden jamás. Por correr el hombre, no puede pensar, que ni el mismo sabe para donde va. Seguir siendo niño y un pastor, mirar sin guerras ni máquinas de calcular. Vuele bajo, porque abajo está la verdad. Eso es algo que los hombres no aprenden jamás. Dios quiera que el hombre pudiera volver a ser niño un día para comprender que está equivocado si piensa encontrar con una escopeta la felicidad. Vuele bajo, porque abajo está la verdad. Eso es algo que los hombres no aprenden jamás.
No crezca mi niño, no crezca jamás. (Facundo Cabral)

domingo, julio 30, 2006

Espionaje doméstico

"Las mujeres poseen un admirable instinto de desconfianza."
Honoré de Balzac
Te lo había advertido, ese cajón no. Había cosas intimas mías; ponía a prueba tu curiosidad de mujer, tenía confianza en que serias la excepción, no te tentarías.
Si vencías ese escollo, serias mía; mía para siempre…
¿Qué es de tu vida? ¿adonde andarás?.

domingo, julio 23, 2006

Hermanos de sangre

"Hay amores tan bellos que justifican todas las locuras que hacen cometer."
Plutarco
¿Qué días se juntaban?
No teníamos una fecha programada, pero generalmente era una vez al mes, aunque últimamente nos impacientábamos y queríamos reunirnos mas seguido, casi semanal.
¿Y, extrañas esas reuniones?
Bastante, sobre todo esa nerviosa sensación de picazón en el cuerpo de no saber a que podíamos llegar, era la incertidumbre lo que me animaba, no sabia lo que podía pasar en esos dos días encerrados… conversábamos, planeábamos mucho y bebíamos tímidamente; algún día volveremos a esas raras tertulias.
¿Pero, estas arrepentido de haber bebido?
No, para nada ¡como extraño esa dulce calidez por mi garganta!.

Las reuniones surgieron de casualidad, por el entusiasmo de la película “La sociedad de los poetas muertos”; la intención era similar, hablar de literatura, leer cuentos e inventar poesías, pero de a poco se fue torciendo en temas de experiencias y anécdotas de transformados y trastornados. No se sabe como fue que se tentaron y comenzaron a saborearse.
Todavía se puede leer el emblema en el difuso tatuaje del entrevistado: “Transfiere fuerza, sabiduría y coraje, es un alimento completo”
Los cinco eran del Colegio "Nacional" Absalón Rojas… yo los conocí.

jueves, julio 20, 2006

¿Un sueño?

Qué desbordante felicidad puede provocar un encuentro con alguien que, emergido del reino de los muertos, aparece con toda su radiante materialidad.

martes, julio 04, 2006

El ángel esquizofrénico

"Todos nacemos locos, algunos continúan así siempre".
Samuel Beckett
Si Riki hubiese vivido en éstos días, estaría enloquecido (mas de lo que estaba) por conocerlo y tal vez hacer un experimento con "el niño sanador" de las Termas de Río Hondo…
Riki a finales de los años ochenta, siempre recorría las calles céntricas, agitado y alterado murmurando con su Ángel de la Guarda. Decía que lo veía y que por las noches tenían intensos diálogos, de los cuales un seductor secreto logro robarle, que lo enajeno por completo… El Ángel le reveló “para ver los misterios del reino celestial, la fuente fresca y pura son los tiernos ojos de los recién nacidos”.
Ricardo, sostuvo con pasión, que en esas inocentes pupilas todavía estaban latentes las pistas de ese intrigante lugar de donde provenimos, solo había que distinguir con una poderosa lente y así apreciar esas celestiales huellas que con el correr de los días se iban perdiendo de los ojos de los bebitos.
Ante la risa de su hermano, una noche Riki le aclaró también que los bebés, sinónimo de pureza; con esa fija mirada que siempre tienen, era porque aún advertían nuestro génesis, todavía no estaban del todo desprendidos, veían las divinas imágenes.
Quería la oportunidad de probar su teoría revelada por el “Ángel” y ser famoso por el enorme descubrimiento que revolucionaria la ciencia y, transformarse así en un mediático personaje, con libros escritos y poder entrevistarse con el Gobernador Iturre y que Alberto Cortez le dedicase un tema.
Cuando lo encerraron una hora antes de que Julio Padilla el padre de Sergito lo matase a palos; dijo Riki llorando que, en el momento de extraerles los ojitos a la criatura de Padilla, fue cuando su amado Ángel le manifestó que no tendría que haber divulgado el secreto y que no lo cuidaría más. Por esto último lloraba a los gritos, extrañaría a su sobrenatural custodio.
Si Riki hubiese vivido en estos días, estaría enloquecido por estar frente al niño sanador de Las Termas que en el iris de uno de sus ojitos hay una mancha que parece la Virgen Maria.

lunes, junio 05, 2006

Un pasatiempo: el indescifrable

"El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma."
Marcel Prévost

 Hasta nuestros días no se sabe del paradero de Don José Maria Cavallero, el recordado entrenador de básquet del club Olímpico, quien desapareció una tarde del hotel donde vivía, sin dejar huellas, huyendo de documentos, ropa, calzado, fotos, bolsos, medicamentos, etc. todo quedo intacto, como si hubiese salido a pasear y fuese a regresar en cualquier momento.
 Se lo conocía como un solitario trotamundos, bohemio y adicto al trabajo; que por esos tiempos se encontraba entusiasmado en un modesto proyecto para que el club ascienda nuevamente sin erogaciones significativas.
 Se tejieron cuatro versiones sobre la desaparición de este popular hombre: ¿Evadiendo deudas? ¿algún amor no correspondido? ¿la responsabilidad de un hijo extramatrimonial?... y la mas oscura…
 De las pocas de copias que circulan por el mundo del misterioso Manuscrito de Voynich una llegó a los anaqueles de la Biblioteca 9 de Julio; donación de la Universidad de Santiago de Compostela a principios de los setenta. Su director, el Licenciado Jorge Rosenberg dijo que casi nadie lo requería, por el desconocimiento de muchos o por la difusa temática del mismo.
 Era un ejemplar arruinado, subrayado en varias páginas y con algunas anotaciones en español en los márgenes y en la contratapa. El personal de la biblioteca tenía poco interés en el libro, pero conocían de la seducción que provocó a muchos a lo largo de la historia; por lo incomprensible y extraño.
 Muchos intentos por descifrar al Voynich, pero nada preciso, lo que si es explicado en una de las anotaciones es una frase de la ultima pagina; que expresa “... vista la verdad, venid a morad dentro del vivo papiro...”
 Aparentemente la sentencia aclara: si alguien con un lúcido intelecto, desentrañara lo ilógico del libro, el manuscrito se lo come para que no divulgue ni vulgarice un secreto absoluto ahí contenido sobre el origen y muerte del Universo.
 Ejemplos sobran a lo largo de los siglos sobre oscuras desapariciones de personalidades… y aquí la cuarta conjetura sobre el entrenador.
Don José Maria era un ansioso y curioso lector de este libro. Visitaba tres veces a la semana la biblioteca tratando de decodificar y descifrar el arcano libro. Como nadie solicitaba el Voynich, tuvieron consideración y le autorizaron a llevárselo por un mes a su domicilio.
El 28 de febrero de 1993, Don José Maria Cavallero se llevo quien sabe donde, la única copia del manuscrito que había en Santiago… ¿o acaso el libro se llevo al entrenador?.

miércoles, mayo 17, 2006

Felipe, mi vocero


martes, mayo 02, 2006

People are strange

“…Se acercaba al agasajado, envidiando el rumbo de su juventud…”
William Thomas Beckford
Nunca lo habíamos visto, aunque su cara era conocida; pero estaba en nuestra fiesta.
Apareció en dos fotos y observándolas con detalle, se parece al "Rey Lagarto".
Comentan que esta misteriosa persona se muestra discretamente en los festejos de los varones que llegan a los 27 años… la edad maldita.

domingo, abril 16, 2006

El gran Gourmet


"Dios nos envía los alimentos y el demonio los cocineros..."

De todos los engaños que se le conocieron al extinto Carlos Trejo, el más celebre fue, el que hizo en su "Bar al paso" del barrio Mosconi.
El negocio funciono con éxito durante siete años, donde todos íbamos a degustar las exquisitas milanesas; famosas por su gran tamaño y el rebajado precio.
No había nadie que no las haya saboreado; todas las clases sociales se congregaban en busca de esos sustanciosos sándwiches, incluso el intendente Volta, cuando se levantaba con antojo por las noches, exigía que le manden un par de "milangas de Trejo"
Cuando se le preguntaba por el secreto de hacerlas tan tiernas y crocantes, Trejo respondía un poco inquieto: "es la mano de uno".
La recelosa competencia quiso saber donde adquiría el corte de carne, pero era inútil, cuando lo seguían no entraba a ninguna carnicería.
En una noche de placer todo se vino abajo. Una señorita curiosa, en la ardiente cama logro sacarle a Trejo la verdad de tan ricos sándwiches. Con el alcohol etílico fluyendo por sus venas, solo dijo una sola palabra…
Excelente el cóctel de aderezos: mayonesa casera con mucho limón, mostaza y ketchup, producían una perfecta formula para disimular el sabor.
Tomate y lechuga, requería de estas dos verduras, era preciso la frescura del verde y el rojo en el paladar.
La sal, en su medida justa, para encubrir el gusto de lo oculto en el sándwich.
El pan debía ser de la panadería Nuri, con mucha masa esponjosa.
Orégano y ajo, para darle el toque de sabor innovador.
Pan rallado mezclado con mucha harina, para que no se despegue del secreto elemento.
Y que a ningún sándwich le falte el huevo frito, con este se completaba la engañosa y explosiva receta.
Siete años, donde fueron traicionados nuestros sentidos, especialmente el gustativo, pero mientras duro, fueron apetitosas. Y no falta algún estomago que todavía las extraña.
La palabra que pronuncio Trejo esa romántica noche fue… Cartón.
Eran de Cartón.

lunes, abril 03, 2006

Experiencia



Todavía estoy extrañado, el poder de la mente dicen, la sugestión; me esforzaba, sentía impotencia, pero no lograba recordar algo tan común y tan mió.
Me miro fijamente y con un chasquido de dedos, pronuncio “ya esta”.
Ahora si, ya puedo recordar mi nombre.

domingo, marzo 19, 2006

Angelical Mensaje



Lo acompañe un poco desganado a mi amigo Sebastián Yanucci hasta la avenida Independencia a la altura del Barrio Cabildo, para retirar algunas cosas de la casa de su difunta tía. Me dolía la garganta, pero ya le había prometido en colaborar con el flete.
La tía de Seba había fallecido hace tres semanas, vivía con su marido y venia enferma de años, sufría de una depresión. Había días que lloraba mucho. Don Mario (el tío de Sebastián) la encontraba hablando sola, como si se dirigiera a su hijo Federico, que falleció unos años atrás, asfixiado por un chicle.
Mientras retirábamos la ropa del placard, en unos de los cajones, había calendarios, facturas de comercios, boletas de servicios viejas, pero nos llamo la atención una pequeña Biblia roja que, en las páginas del Levítico se escondía un sobre amarillo cerrado, cocido con hilo lino.
Suponiendo Sebastián que podría ser algún tipo de ahorro de la tía, con una cómplice sonrisa me miro y lo abrió, pero solo había un papel escrito con tinta negra, aparentaba ser una carta.
Estaba manuscrita, la grafía era perfecta, no tenia fecha, no estaba firmada.
Después de leerla coincidimos en no comentársela a su tío y la dejamos donde la encontramos y continuamos con el traslado un poco perturbados.


Mamita:
Contemplándote, mientras acomodabas mi descolorida ropa, note que el tiempo no esta siendo benevolente contigo. Lo distingo en tu lento andar y en las prematuras arrugas de tu rostro.
Ya perdiste fuerzas en tus manos; estas cada día mas agotada, tu apenada mirada se desvanece y no prestas atención con lo que te dice papá.
Haces y hablas pausadamente. Y ante la mofa de los demás, tus fuertes monólogos conmigo son sin disimulo mientras andas por la calle.
Pero mamá, mi querida y triste madre, estas viejita, pero no te rindas, no te apagues, no te olvides de vivir, todavía te necesitan.
Conmigo se fue tu hermosa ternura.
Las cosas no son las mismas para vos, ya lo sé, estas sensible y te sientes victima de esta vida que te toca soportar a partir de mi ausencia.
Percibes mi presencia, no estas sola, yo te veo mamá, sigo con vos, estoy en tus plantas, en las flores, en cada ser vivo que se encuentra en la casa, en los ojos de mis fotos, en tu sombra, detrás de los espejos, hasta en mis juguetes todavía estoy presente.
Cuando te visito en tus sueños, no lo hago con el propósito para que llores al despertarte; es para que no se borre el sonido de mi suave voz que te dice te extraño.
Mamá, todavía soy ese niño travieso y curioso. El que se tranquilizaba con tu delicado soplido que le dabas a mi herida cuando me ardía.
Tu corazón no esta vació, yo estoy en el; no me fui.
Yo me adelante en el camino.
¡Querida mamá, te amo sin tiempo, yo conozco la eternidad!.

sábado, marzo 04, 2006

Mágica Búsqueda


La aventura de llegar a Sudamérica fue agotadora; no queria retornar rápidamente a Detroit después de tres días de estadía en Buenos Aires, acudiendo a ceremonias de la distinguida sociedad presumida de la época.
Por el sacrificado viaje merecía quedarse un tiempo más a pesar de la agenda completa y los nervios del representante…
Cuentan que la arquitectura del centro de Buenos Aires y la elegancia de las mujeres, le recordaba mucho a New York y que se aburrió con la música del Tango, pero le entusiasmó el sensual y sugestivo baile.
Después de entrevistarse con el Presidente De la Plaza, alguien se le acerco y en ingles le murmuro que había una ciudad del país en donde podía conseguir aquello que tanto deseaba.
Bajo las advertencias de su agente, emprendió viaje a dicha ciudad. Quería conseguir “the round one” (el redondo)…
Cuando llego a Santiago, le agrado su anonimato, caminar y mezclarse entre la población, aunque la blancura de su rostro y la impecable vestimenta delataba la importancia del foráneo.
Cuando un ilustrado periodista lo reconoció, se movilizo toda la ciudad, querían conocer de cerca al misterioso mago, al ilusionista y señor del escapismo.
Lo convencieron para un acto de presencia en un evento de beneficencia en el Centro de Enfermedades de Chagas; el guitarrista Andrés Chazarreta le dedico una chacarera, estaba vez, el visitante se entusiasmó con la música, pero del baile opino que era una pena no poder tocar la cintura de la compañera. Para los enfermos realizo un sencillo acto de prestidigitación con los naipes.
Probó con gusto las empanadas de Don Gabriel Ocón en un puesto del reciente Mercado Armonía. Se asombró del árbol en forma de botella, ubicado en la plaza Libertad, conocido como “Palo Borracho”.
Le manifestó al Dr. Antenor Álvarez, Gobernador en aquel momento, que se encontraba cómodo “en este sencillo y pequeño pueblo”. Pero quería “el redondo”.
Después de interpretar y deducir a quien se refería con el “round one”, sutilmente para no decepcionarlo, le informaron que era un animal prohibido, porque quedaban pocos.
Era conocida su pasión por los animales exóticos al punto de atesorar un zoológico privado, donde tenia iguanas, serpientes pitón, tortugas de pantano, erizos, lagartos, etc.
Harry se tuvo que conformar con tocar, un ejemplar embalsamado que se encontraba en el Museo de Ciencias Antropológicas y Naturales de la provincia.
A pesar de ello, se fue de Santiago con una sonrisa y siguió entusiasmado recorriendo la Argentina rompiendo su calendario de presentaciones, en busca de otras raras especies para su colección.
Según su diario personal descubierto en 1966, figura que se llevo a Estados Unidos: un Oso Hormiguero, tres Tapir, un Ñandú y una gran tristeza de no haber podido adquirir su pieza soñada: The Round One, el redondo… el Tatú Carreta.

jueves, febrero 16, 2006

Miradas Graficas


Anoche cuando termine de leer el libro de Pinti, antes de apagar el velador miré con detenimiento su tapa y la foto del satírico actor, me recordó un absurdo temor que solía tener cuando era chico, que en su momento causo trastornos.
En los ochenta, había circulado un fuerte rumor sobre imágenes que tomaban vida por las noches mientras los niños dormían, en especial unos pequeños y azules personajes: los inolvidables Pitufos, que aprovechando el sueño del dueño de la revista o dibujo, se convertían en despiadados seres que merodeaban la habitación, y observaban con insistencia el rostro de la persona dormida comiéndole las neuronas, convirtiéndola en un idiota cuando se despertaba.
Por lo pronto en las casas, por pedido de los chicos, no había nada relacionado con aquellos personajes. A la basura se fueron: vasos, revistas, cuadernos, muñecos, figuritas, disfraces, posters, adhesivos, juegos, etc. Y como siempre no faltaron los oportunistas, disfrazados de Gargamel que lograban “domesticar” a las dibujadas criaturas azules con mágicas pociones, por unos pesos argentinos.
Las historias de las supuestas victimas venían de todas partes: que en tal casa había una niña y se encontraba postrada en la cama babeándose inconsciente. Que los médicos no podían hacer nada, y que en vano tomaba intervención la policía. Pero nadie daba nombres ni apellidos de las víctimas. La situación era que a uno le contaron, pero a ninguno le había tocado de cerca, como suele ocurrir con los rumores urbanos, todo un misterio. Incluso se discutía que Los Pitufos no eran malos, estaban siendo reencarnados por repugnantes extraterrestres.
Ante la psicosis que se había originado, el matutino local, en una sección de los domingos, dedicada a temas bizarros, había entrevistado a la supuesta autora del rumor. Una maestra de la escuela Blas Parera del barrio Almirante Brown que manifestó que el fin de la “mentira” era para que sus alumnos no miren demasiada televisión en especial Los Pitufos, furor en aquella época, pero no se había imaginado que podía expandirse por toda la ciudad.
Un poco rebuscado y armado el informe, pero no importaba, logro calmar el miedo entre los niños de mi edad.
Todos andábamos con el revelador recorte periodístico; teníamos la verdad en nuestras manos; recuerdo algunas frases de la maestra: “Se distraían comentando capítulos…” “yo quería, que los chicos atiendan en clase y dejen de usar la jerga de esos personajes porque así se dictaban en las pruebas…” “ya no los consentía, incluso me habían puesto un apodo característico con uno de los personajes…” “antes que se retiren de la jornada, les comente sobre una sobrina, que fue mordida por estos muñecos…” “tuve que mentirles para que vuelvan de sus casas con los deberes hechos y ofrezcan mayor atención en clase…” De a poco se fue relajando la situación y el programa volvió a prenderse en las casas por las tardes, todo lentamente volvio a la normalidad. Incluso se abrieron negocios con el nombre de estos dibujos. En los kioscos tímidamente se vendieron nuevamente la revista y volvieron a verse las estampas en las remeras y en los relojes.
El santiagueño olvidó rápidamente ese macabro rumor pero, siempre tiene que estar conviviendo con algún espanto, y lo reemplazó por otro que hasta el día de hoy sigue con éxito, temporadas más fuerte que otras... el desagradable "enanito".

miércoles, febrero 15, 2006

Extraño Habitante


Recién me despertaba con la modorra de la madrugada, la luz tenue del nuevo día comenzaba a iluminar el cuarto.
Apenas introducí mi pie en el zapato, sentí una sensación en mis dedos; como si estaría apretando una goma… una helada goma, que se movía con desesperada insistencia. Instintivamente, se presentó en mi mente una sabia recomendación de mi mamá que solía decirme: “sacudí tu calzado antes de ponértelo”, inmediatamente solté brutalmente el zapato al suelo.
Con los ojos bien abiertos, ya sin sueño, sigilosamente observe expectante, la aparición del circunstancial huésped, porque seguro había sentido algo con movimiento adentro del zapato. No lo había soñado. Mientras, la advertencia de mi madre todavía rondaba en mi cabeza, ahora la recodaba con detalle: sobre la existencia de peligrosos insectos que buscan la oscuridad y el aroma humano y que mejor morada que la de los calzados.
Entonces esperé que realice su acto de presentación, el bicho que sospechaba, al que mayor repugnancia y fobia tengo: el escorpión… pero nada, el zapato y yo estábamos enfrentados desde una distancia de tres metros, pero se hacia esperar, mi tumbado calzado seguía ahí sin que el forastero salga a la superficie.
¿Lo habré herido con mis dedos del pie y el insecto esta luchando por incorporarse? o ¿quizás con el violento golpe que despidió en el suelo el zapato, lo maté?.
Prudentemente me acerqué, levante el calzado, lo sacudí y cayo algo que a primera impresión pareció un delgado lápiz negro. Pero a medida que se iba acomodando esa cosa, comencé a distinguir unas patitas, una cola, algunas pintitas blancas y por fin los ojos…
¡No era un insecto! era un chelco, un pequeño chelco negro, esa diminuta lagartija extraoficialmente venenosa, pero oficialmente sucia, que aparece en las calurosas noches santiagueñas.
Estaba tieso, quizás con miedo o trastornado por el golpe. Lentamente y con cuidado lo fui empujando con la escoba hasta el patio y en el balde de basura boca abajo, ahí lo deje encarcelado.
Al mediodía le comenté como algo anecdótico a Silvina, mi compañera de trabajo sobre lo sucedido, a lo que ella me preguntó si le había dado muerte al usurpador de zapato; le conteste que no, que me había dado pena y que momentáneamente estaba hospedado en mi tacho de basura hasta la noche. Con cara de desconcierto, me contó como buena descendiente de gente del campo, que esos bichitos de sangre fría no son de garantizar, ya que algunos son traidores y no viven solo de la inmundicia sino que por las noches se nutren de la saliva y del mal aliento humano y cuando llega el día se esconden en los recovecos sucios de las casas.
Nacido de un antinatural y forzado huevo puesto por un gallo (no gallina) e incubado por una serpiente o un escuerzo, la única manera de matarlo no es pisándolo sino tirándole sal, incluso los mas místicos recomiendan reflejarle un espejo bendito. No quería interrumpir a Silvina sus intensas argumentaciones, pero estaba mezclando creencias; el del Basilisco con la Anfisbena, respetuosamente le di las gracias, no soy seguidor de esas habladurías, me guío de la sentencia del personaje Ichabod Crane: “Razón y Sentido, Causa y Consecuencia”.
A la noche cuando fui al patio a preparar la bolsa de basura y sacarla a la vereda, sorpresa fue que al dar vuelta el tacho, el chelco o lo que fuera se fue sin dejar huellas.
Desde esa noche, los calzados están bien cubiertos; y antes de dormir, obligación la crema dental y listerine para mantener toda la noche mi boca con exquisita fragancia.

jueves, febrero 02, 2006

2011: el Mago y el de las Vegas

Si tu cuenta bancaria posee muchos ceros, tendrás una lista interminable de amigos interesados”
(Saber popular)
Lo que son los caprichos de la vida, hace años atrás aguerridos adversarios en la cancha, en cambio hoy representan el canto de una intensa amistad.
Después de títulos logrados, dinero, viajes, hoteles, publicidad, bienes, entrevistas, mujeres y... fama; la vida deportiva de estos tremendos jugadores que, en una pasada época dorada fueron: dueños, ídolos, símbolos y emblemas, se encuentra ahora en un patético aislamiento, lejos del mundanal ruido.
Como una mecha de vela que se apaga lentamente, la popularidad se fue derritiendo y con ella el aplauso.
El avance de la edad trajo el lógico retiro, y ante la marcha de interesados amigos y representantes, la evidente reclusión debía ser en algún ignoto lugar, oculto del mundo.
Hoy se encuentran en el anonimato conviviendo en el paraje Media Flor, La Banda. Recordando viejos partidos y consagrándose al desenfreno de los placeres alimenticios...
En un audaz trabajo de investigación por parte de este fisgón, se logro pellizcar una triste imagen del presente de estos ex tenistas.

miércoles, enero 25, 2006

Sus Majestades Satánicas


“La cara del pirata Jack Sparrow es intencionalmente parecida a la de Keith Richards” GoreVerbinski.
Mar del Plata, enero del 86; los descubrí en un flipper, mientras caminábamos con mi papá la tremenda galeria Sacoa. La foto del cantante en el juego, con el pecho al descubierto mostrando sus costillas me impresionó por su exagerada delgadez.
Pregunte quienes eran, su curiosa respuesta fue “ellos eran los contrarios de Los Beatles”, una bola ganadora hacia sonar los acordes de la guitarra de “Satisfactión”.
Con el tiempo, sin intención olvide aquel flipper y a esos rebeldes.
Pasaron unos años… en casa estuvo por unos días, mi primo José Maria, entre sus cosas trajo el desagradable humo de los “Parisienes” y un cassette que escuchaba en todo momento, se llamaba “Entre Botones”.
- ¡Esto es música, primo! – me decía, guiñándome un ojo - ¡tienen un defecto, son más drogones que los Beatles!. Nuevamente me encontré con ellos y con la comparación.
Un tiempo después cuando ya me encontraba cursando la secundaria, se escuchaba una propaganda por la radio de una vaquería con el ritmo de “Mixed Emotions”. No podía sacarme de la cabeza ese pegadizo riff.
Una tarde mientras hurgábamos con Leo C. la habitación de su padre los nuevos cds (categórica novedad en aquel momento) descubrimos un compilado donde una balada me impacto, “Angie”.
De a poco con mi curiosidad comencé a seguirlos. Lo primero que adquirí fue un atrevido póster que vino de regalo en la “13/20”. Esas caras con marcadas arrugas y caídos papados, acreditaba lo que me había adelantado mi primo unos años atrás. Los tatuajes de la lengua y los graffitis eran un furor. El primer video que recuerdo de ellos fue “It´s only rock & roll” en Música Total, donde se llenaban de espuma con Brian Jones aún vivo.
En el 91, solo por la versión en vivo de “Start Me Up” compré “Flashpoint” y con este disco descubrí grandes joyas. En esa época volvió a sonar “Paint It Black” por la serie bélica “Nam”. En mi viaje a Bariloche circulaba una lamentable versión de “Miss You” por Los Fabulosos Cadillacs. Mi hermano me hizo escuchar un delicado cover hecho por Los Ramones “Out Of Time”, lo que impulso que obtenga “No Security”. También recuerdo una entretenida entrevista que les hicieron en donde manifestaban lo extraño que se sentían ser mayores que el presidente de EEUU (Bill Clinton) y que la mayoría de los líderes mundiales. A mediados de los noventa era un clásico bailar el lento “Out Of Tears” en los boliches.
Hoy, después de 20 años de mi primer encuentro, descubrí con sorpresa que en la sala de entretenimientos de mi ciudad se encuentra un flipper (moderno) con la imagen de ellos ya sin Wyman. Me anime y entre de la mano con Gastón, me tope nuevamente con aquellos desobedientes jóvenes, con entusiasmo compre una ficha; mi torpeza me hizo jugar unos segundos, perdí y espere la curiosa pregunta de Gastón, pero me anticipe:
- No te asustes, son los Rolling Stones, los amigos de Los Beatles - definitivamente, no me entendió y no le intereso.

Hasta luego.

lunes, enero 23, 2006

Lunes por la madrugada


Lunes por la madrugada yo cierro los ojos y veo tu cara que sonríe cómplice de amor. Días en la carretera yo siento aquí dentro la emoción de haber dejado lo mejor. Yo no se si en verano éste amor aqui no hay luces de escena y algo en mi no se serena; no yo ya no comprendo nada tantas caras dibujadas como manchas en una pared. Noches de melancolía pateando en una ciudad vacía en la oscuridad te busco a vos, quizás hoy si te pueda encontrar; mas allá de toda pena siento que la vida es buena hoy. Yo se que no es en vano este amor mas allá de toda pena siento que la vida es buena hoy.

Hasta luego.

sábado, enero 07, 2006

Mujer Caracol

"La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículos para no parecerlo".
Dubay Sanial

No tenía otra opción que dejarle la llave del dpto. para que recibiera al plomero y este haga de las suyas en mi baño, ya que no podía solicitar permiso en el trabajo, por esta época del año en que se junta todo.
Cuando abrió la puerta… la verdad que si, la encontré distinta, lucia mejor que de costumbre, aunque mantenía esos penetrantes y siniestros ojos.
El abogado de al lado, ya me había advertido guiñándome el ojo: “ahora tiene un aspecto juvenil, seguramente debe andar poniéndose alguna pócima de la vida eterna”.
Siempre que hablamos de mi extravagante vecina, conversamos en forma irónica, por los absurdos pensamientos que ella tiene, sobre determinados temas… en especial los “misteriosos.” Le negué sin animo de ofenderla su invitación de pasar al living, con la perfecta excusa de mi impaciencia por llegar a tiempo con las obligaciones, mientras, me miraba entusiasmada esperando el halago, entonces mi obligado piropo salio.
- ¡Epa!, que elegante, que linda que estas.
- ¿Viste? se nota ¿no? – bajo la voz - me pasaron un secreto y estoy contenta; bueno en realidad estoy experimentando un poco con la “materia prima”. Pero, es un invento mexicano, a base de baba de caracol; porque descubrieron hace poco que el bichito tiene aminoácidos, colágeno, vitaminas y sales minerales, es muy bueno para regenerar la piel.
- ¡Ha, que interesante… ¿y como te la pones? – lo primero que se me ocurrió preguntar, mientras hacia bailar la llave por mis dedos.
- ¿Qué, te interesa Hernacito? – con el ceño fruncido comenzó a examinarme la cara.
- No se, creo que ya están rondando los primeras líneas por los contornos de los ojos – algo estupido que dije para seguir con el tema de la conversación y no parar descortésmente el “agradable” dialogo que se estaba iniciando.
- ¿Por las patitas de gallo?, pero si sos joven todavía, no te hace falta, no se notan.
- Pero vení, vení, pasa un ratito, te robo cinco minutos, ya vas a ir, dame la llave que yo me encargo del plomero, pero pasa, dale… dale que te muestro.
Por el favor que me estaba por hacer, no me podía negar, aunque sabia que a esos cinco minutos los tenía que multiplicar por cuatro.
Una vez adentro…
- ¿Te costo mucho la cremita? ¿tiene olor? – preguntas que le hacia casi levantando la voz, sentado en el sillón de living, observando el grandioso cuadro de La Persistencia de la Memoria. Ella se había ido a su habitación.
Ante la falta de respuestas… insistí:
- ¿La compraste aquí en Santiago? ¿la venden en farmacias o en perfumerías? ¿la pediste por cartilla? ¿tiene contraindicaciones? – tontas preguntas que le surgían a mi mente que ya estaba en piloto automático con el tema de la cremita con “saliva”, yo me encontraba atraído con las hormigas que están en el pequeño reloj cerrado del cuadro; me puse a contarlas.
Habían pasado tres minutos y no regresaba ni contestaba a ninguna de mis preguntas, la mosca del enorme y doblado reloj me pareció que se había movido, cómicamente en mi cabeza se presento una imagen de la película The Ring.
Repentinamente me imagine que siendo yo el autor le hubiese agregado al cuadro, en unos de los relojes… un caracol, simbolizando la lentitud de algunas personas sin importarles el tiempo.
- ¡Listo, aquí estoy! – del surrealismo del cuadro de Dalí, pase a experimentarlo en carne propia y estaba frente mió. La situación era extraña, estaba ella parada pero no tenía ningún pote de crema en las manos como me lo esperaba, tampoco tenia ninguna mascarilla puesta. Mientras mis ojos hacían foco a lo que parecían gigantes lunares en su rostro se fueron transformando en unos tremendos caracoles negros, todos pegados en la cara.
- ¿Qué es esto? – murmure.
- ¿Qué crema ni que cremita? ¿te conté que estaba probando con la materia prima. ¡¿Sabes a cuanto esta el pote de 50!?... adivina… casi $ 200,00. – suavemente acomodaba un rezagado caracol que le bajaba por el cuello. – No, no estoy en condiciones de pagar tanto, por $ 8,00 me dan una barbaridad de “choros” en la Alsina y Olaechea.
- Y, asi los tengo casi todo el día, pero acostada, porque es difícil andar haciendo cosas con estos negritos transitándote por la cara. – despegó dos que tenía en los pómulos.
- Toma, proba, ponete uno en cada parpado, mas o menos una hora, cuando te acuestes a la noche -
- Bueno, gracias, hoy pruebo - los recibí abriendo la mano en cámara lenta, mordiéndome la lengua para no reírme.
Estando en el trabajo, sarcásticamente me puse a pensar cuanto pagarían Nacha Guevara, Cher o la misma señora Legrand por estos especimenes de caracoles santiagueños que se consiguen en cantidad por unas monedas. Diariamente gastan fortunas para continuar teniendo una piel de porcelana cuando mi vecina tiene una ocurrente receta barata y ecológica.
Me dio pena y no tire el “obsequió”, quizás cuando me levante alguna mañana y advierta que el tiempo ya esta rayándome la piel, los necesite… en una de esas es cierto.