domingo, julio 30, 2006

Espionaje doméstico

"Las mujeres poseen un admirable instinto de desconfianza."
Honoré de Balzac
Te lo había advertido, ese cajón no. Había cosas intimas mías; ponía a prueba tu curiosidad de mujer, tenía confianza en que serias la excepción, no te tentarías.
Si vencías ese escollo, serias mía; mía para siempre…
¿Qué es de tu vida? ¿adonde andarás?.

domingo, julio 23, 2006

Hermanos de sangre

"Hay amores tan bellos que justifican todas las locuras que hacen cometer."
Plutarco
¿Qué días se juntaban?
No teníamos una fecha programada, pero generalmente era una vez al mes, aunque últimamente nos impacientábamos y queríamos reunirnos mas seguido, casi semanal.
¿Y, extrañas esas reuniones?
Bastante, sobre todo esa nerviosa sensación de picazón en el cuerpo de no saber a que podíamos llegar, era la incertidumbre lo que me animaba, no sabia lo que podía pasar en esos dos días encerrados… conversábamos, planeábamos mucho y bebíamos tímidamente; algún día volveremos a esas raras tertulias.
¿Pero, estas arrepentido de haber bebido?
No, para nada ¡como extraño esa dulce calidez por mi garganta!.

Las reuniones surgieron de casualidad, por el entusiasmo de la película “La sociedad de los poetas muertos”; la intención era similar, hablar de literatura, leer cuentos e inventar poesías, pero de a poco se fue torciendo en temas de experiencias y anécdotas de transformados y trastornados. No se sabe como fue que se tentaron y comenzaron a saborearse.
Todavía se puede leer el emblema en el difuso tatuaje del entrevistado: “Transfiere fuerza, sabiduría y coraje, es un alimento completo”
Los cinco eran del Colegio "Nacional" Absalón Rojas… yo los conocí.

jueves, julio 20, 2006

¿Un sueño?

Qué desbordante felicidad puede provocar un encuentro con alguien que, emergido del reino de los muertos, aparece con toda su radiante materialidad.

martes, julio 04, 2006

El ángel esquizofrénico

"Todos nacemos locos, algunos continúan así siempre".
Samuel Beckett
Si Riki hubiese vivido en éstos días, estaría enloquecido (mas de lo que estaba) por conocerlo y tal vez hacer un experimento con "el niño sanador" de las Termas de Río Hondo…
Riki a finales de los años ochenta, siempre recorría las calles céntricas, agitado y alterado murmurando con su Ángel de la Guarda. Decía que lo veía y que por las noches tenían intensos diálogos, de los cuales un seductor secreto logro robarle, que lo enajeno por completo… El Ángel le reveló “para ver los misterios del reino celestial, la fuente fresca y pura son los tiernos ojos de los recién nacidos”.
Ricardo, sostuvo con pasión, que en esas inocentes pupilas todavía estaban latentes las pistas de ese intrigante lugar de donde provenimos, solo había que distinguir con una poderosa lente y así apreciar esas celestiales huellas que con el correr de los días se iban perdiendo de los ojos de los bebitos.
Ante la risa de su hermano, una noche Riki le aclaró también que los bebés, sinónimo de pureza; con esa fija mirada que siempre tienen, era porque aún advertían nuestro génesis, todavía no estaban del todo desprendidos, veían las divinas imágenes.
Quería la oportunidad de probar su teoría revelada por el “Ángel” y ser famoso por el enorme descubrimiento que revolucionaria la ciencia y, transformarse así en un mediático personaje, con libros escritos y poder entrevistarse con el Gobernador Iturre y que Alberto Cortez le dedicase un tema.
Cuando lo encerraron una hora antes de que Julio Padilla el padre de Sergito lo matase a palos; dijo Riki llorando que, en el momento de extraerles los ojitos a la criatura de Padilla, fue cuando su amado Ángel le manifestó que no tendría que haber divulgado el secreto y que no lo cuidaría más. Por esto último lloraba a los gritos, extrañaría a su sobrenatural custodio.
Si Riki hubiese vivido en estos días, estaría enloquecido por estar frente al niño sanador de Las Termas que en el iris de uno de sus ojitos hay una mancha que parece la Virgen Maria.