Me senté, me recosté; la sed y el cansancio me hacían hablar con mis alucinaciones.
Se acerco el cuervo y me dijo: si no sigues te voy a comer los ojos.
La fatiga y la deshidratación me entregaron al juego de mis tontos espejismos.
Todavía estoy alucinando que estoy ciego.
lunes, enero 29, 2007
Oscuridad
Publicadas por Hernán a la/s 2:58 a.m.
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2 comentarios:
qUERIDO AMIGO, LA VERDAD QUE YO SIGO ALUCINANDO QUE ALGUN DIA PASES POR MI BLOG Y ME DEJES UN COMENTARIO, ERES UN MAL AMIGO, TE FUISTE DE VACACIONES A MAR DEL PLATA Y AUN NO RECIBI ESOS ALFAJORES TAN RICOS QUE TRAJISTE DE ESA BELLA CIUDAD.AHHHH POBRE EL QUE TE DEJO COMENTARIO SI PIENSA QUE VOS VAS A PASAR POR SU PAGINA, TENGO UN MENSAJE PARA EL, QUE ESPERE SENTADO PORQUE PARADO SEGURO SE CANSA, AJAJAJAJAJA, BESOS, HASTA LA PROXIMA. SILVI
Pase bastante tiempo leyendote y me gusto bastante!
Saldudos
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