“Acecho que estas bien, no perdiste tu vida, eso es lo destacado, que asigne significación para andar atento, nos vemos la próxima”.
Me despertó a las 4 de la mañana este curioso mensaje de
texto, lo leí un poco adormecido. Alguien que tipeo mal me lo mando
equivocadamente por una página de internet.
Simplemente se confundió, pero me desconcertó y no pude
volver a dormir.
¿Para quién será, que accidente abra tenido, estará
grave, será santiagueño, que relación tendrán el remitente y destinatario,
porque le mando anónimamente ese texto a la persona que no perdió la vida?. Comenzaron atraerme estas interrogantes y porque ese sms cayo justo a mi
celular… un extraño mensaje para el supuesto herido.
Analicé varias veces el texto. La palabra “acecho” no es
común, casi nadie la usa, me recuerda a mi abuelo que la decía como sinónimo
que nos vigilaba por las siestas de no escaparnos con mis hermanos a jugar en
la calle.
“Destacado” “asigne” “significación” “atento”, solo
alguien con una riqueza de vocabulario, se expresa así, ¿quizá el mensaje sea
de un veterano profesor al alumno?. ¿Pero a esa hora?.
Enfocándome más de lo debido con el mensaje se hicieron
las 6:30, hora de ir al trabajo, dos horas y media divagando con algo que no
era para mí, ni de mi incumbencia. La conclusión es, sea quien sea, está bien y
le dará un significado a la vida de ahora en adelante, y seguramente el
remitente al darse cuenta con el apuro
que tecleo mal el número, le mando el mensaje esta vez firmado.
Salí a la calle, me sorprendió la densa niebla que había,
anormal para esta época en Santiago… y otra vez el antojo de seguir pensando en
ese extraño mensaje, porque ese anónimo un tanto apático dio unas palabras
raras de aliento. Caminado por la vereda seguía con el capricho de descifrar
esas incógnitas que yo las agrandaba y les daba misterio.
Distraído en mis reflexiones, sin mirar al costado entre
la molesta niebla de la calle Urquiza, una luz se agrando súbitamente y me paso
rozando la cintura.
Me gritó una merecida guarangada el de la moto, no
recuerdo bien qué, pero quede consternado no por el susto del golpe que
esquive, sino por el mensaje que entro al instante a mi celular.
“Acecho que estas bien, no perdiste tu vida, eso es lo
destacado, que asigne de significación para andar atento, nos vemos la
próxima”.
4 comentarios:
huuu!! que miedo, un mensaje del antiquísimo Don Muerte.
Mámaaa!!!! whatch out with la parca, vade retro!.
Como siempre execelente post Don Hernán. Cesar 1/2terra
Bien muchacho,que alegría, ya extrañábamos tus lectores tu trabajo.Me gustó en especial esta entrada porque tienes ese toque especial, esa magia, digna de leer una y otra vez.Un abrazo hasta tu hermosa tierra, hasta pronto.
amigo cada vez me sorprende mas tu narrativa, es prolija, pero lo que mas me impacta es el misterio que logras en cada una de tus lineas que hace que el lector quede atrapado y los finales siempre son adaptables a la imaginacion de cada uno, eso es un plus aparte que esta bueno porque cada uno de nosotros le pone el final que quiere y asi dejas contento a los que te leemos, sos maravilloso, te admiro, te quiero. silvina
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