Kurt Cobain
Nunca me dejaron salir a jugar por la siesta.
Para entretenerme, deliraba en cazarlo al duende sombrerudo que escondía y torturaba niños.
Para entretenerme, deliraba en cazarlo al duende sombrerudo que escondía y torturaba niños.
Hasta que un día lo atrape y no volvió a molestar.
Ahora que lo quiero indultar, rechaza resurgir, le da temor como están los chicos de hoy.
Las tranquilas siestas de Santiago ya no son como las de antes.
Ahora que lo quiero indultar, rechaza resurgir, le da temor como están los chicos de hoy.
Las tranquilas siestas de Santiago ya no son como las de antes.