viernes, diciembre 31, 2004

Luto en Asia y en Buenos Aires

En Buenos Aires el atrevimiento de unos picaros mato a inocentes.
En Asia, la Naturaleza demostró quién es la que lleva las riendas en este planeta, y de nuevo nos sentimos pequeños y vulnerables.
La muerte no hace distinciones.
Terminamos mal el 2004.

Hasta luego, nos leemos en el 2005.

lunes, diciembre 27, 2004

Fotos de ti

Debido al desgano de una noche de calor me puse a hurgar la web y me deje llevar por los link y llegue a una indiscreta página donde mi curiosidad provoco visitarla continuamente. Es de fotos que fueron abandonadas (algunas veces rotas) o extraviadas en la calle. Me atrapo ver esas esas fotografías ya sin dueño, que por algún motivo fueron rechazadas; tal vez por una desfavorable toma para un caprichoso rostro, un peinado o ropa de una ridícula moda ya pasada o la compañía de personas que queremos olvidar o quizás familiares con quienes ya no nos une ningún lazo afectivo, son razones que decidieron despreciar estas fotos.
¡Por favor! que no se descubran ninguna de mis fotografías que abandone en una bolsa de residuos hace algunos meses.

viernes, diciembre 24, 2004

Navidad

Les deseo una Navidad con mucho cariño, por estar siempre del otro lado de la computadora acompañándome...
Gracias:
A todos en general y a cada uno en particular.
.... a los que vienen a leer.
.... a los que me dejan siempre algún comentario.
.... a los que estoy empezando a conocer.
.... a los que trascendieron la virtualidad para convertirse en personas con las que frecuento.
.... a los que me conocen hace tiempo ¡y para colmo, me leen!.
A todos en general, y a cada uno en particular.

Feliz Navidad.


miércoles, diciembre 15, 2004

Don Yiyo


¿Porque será que no nos damos cuenta que hay vidas que corren a otra velocidad?.
Como de alguien que camina despacio, pero piensa rápido.
Alguien a quien el paisaje parece cambiarle muy despacio, pero la vida le pasa corriendo.
El lunes conocí personalmente a Carlos (Yiyo). Debe tener unos ochenta años, casi ciego, es conocido en la ciudad por vender chucherias: peines, espejitos, pilas, cremas desinflamantes, etc. en la vereda del mercado Armonía.
Yo caminaba en dirección a mi dpto, a ver la tv, a mi wifi, a un plato de comida, a mi cama caliente, cuando en una esquina, apareció Carlos para poner el freno de mano y tirarme encima un poco de realidad.
Me pidió que la ayudara con su pesada bolsa de mercancías a cruzar la calle y terminamos hablando casi una hora en la vereda.
Me contó que estaba agotado y frágil de salud y debía seguir vendiendo porque tiene una hija discapacitada, que alquilan una modesta habitación en el ex hotel de Sialle.
Pero no solo eran lamentos, comenzó a charlar también del karma, de la energía, de la gente de antes, de política, de actores de cine y de música.
Resultó ser una persona culta, intuitiva y además generosa. En agradecimiento por la ayuda y la conversación me regaló uno de sus artículos. No acepto mi insistencia en pagarle.
No se si lo veré otra vez, pero me dio furtivamente una lección sobre las prioridades, la salud y lo material. 
Debo darle utilidad a mi vida con la pequeña brújula que me obsequio Carlos.

viernes, diciembre 03, 2004

Volcano


¿Hasta cuando este torrente calor?.
No lo soporto, me provoca nerviosismo.
Deduzco como influye el clima en una persona, alterando su estado de ánimo. Y más aun: que en mi ciudad el calor esta instalado todo el año; solo son tres semanas de frió en invierno.
El aire acondicionado ya no es un producto de ostentación sino de primera necesidad. Ojos irritados por el vapor de las calles. Gente apurada. Camisas transpiradas. Poca presión de agua. Paredes calientes a las 4 de la mañana. Mosquitos con agujas de metal, ansiosos de térmica sangre. Los Curitas de las parroquias están de vacaciones en esta temporada (verano) ya que no tenemos diablo... huyo por el agobiante ardor que padecemos.
Aunque me cuentan que en ciertos barrios hacen “la Danza de la lluvia” y que en otros se rehúsan a ejecutar esta practica ya que el remedio será peor que la enfermedad, porque cuando llega la invocada lluvia... la humedad no se aguanta.
Ahora me voy, tengo que darme una ducha por tercera vez, quizás me pase el mal humor.