martes, mayo 04, 2010

La advertencia


“Acecho que estas bien, no perdiste tu vida, eso es lo destacado, que asigne significación para andar atento, nos vemos la próxima”.
 Me despertó a las 4 de la mañana este curioso mensaje de texto, lo leí un poco adormecido. Alguien que tipeo mal me lo mando equivocadamente por una página de internet.
 Simplemente se confundió, pero me desconcertó y no pude volver a dormir.
 ¿Para quién será, que accidente abra tenido, estará grave, será santiagueño, que relación tendrán el remitente y destinatario, porque le mando anónimamente ese texto a la persona que no perdió la vida?.  Comenzaron atraerme estas interrogantes y porque ese sms cayo justo a mi celular… un extraño mensaje para el supuesto herido.
 Analicé varias veces el texto. La palabra “acecho” no es común, casi nadie la usa, me recuerda a mi abuelo que la decía como sinónimo que nos vigilaba por las siestas de no escaparnos con mis hermanos a jugar en la calle.
 “Destacado” “asigne” “significación” “atento”, solo alguien con una riqueza de vocabulario, se expresa así, ¿quizá el mensaje sea de un veterano profesor al alumno?. ¿Pero a esa hora?.
 Enfocándome más de lo debido con el mensaje se hicieron las 6:30, hora de ir al trabajo, dos horas y media divagando con algo que no era para mí, ni de mi incumbencia. La conclusión es, sea quien sea, está bien y le dará un significado a la vida de ahora en adelante, y seguramente el remitente al darse cuenta con el apuro que tecleo mal el número, le mando el mensaje esta vez firmado.
 Salí a la calle, me sorprendió la densa niebla que había, anormal para esta época en Santiago… y otra vez el antojo de seguir pensando en ese extraño mensaje, porque ese anónimo un tanto apático dio unas palabras raras de aliento. Caminado por la vereda seguía con el capricho de descifrar esas incógnitas que yo las agrandaba y les daba misterio.
 Distraído en mis reflexiones, sin mirar al costado entre la molesta niebla de la calle Urquiza, una luz se agrando súbitamente y me paso rozando la cintura.
 Me gritó una merecida guarangada el de la moto, no recuerdo bien qué, pero quede consternado no por el susto del golpe que esquive, sino por el mensaje que entro al instante a mi celular.
“Acecho que estas bien, no perdiste tu vida, eso es lo destacado, que asigne de significación para andar atento, nos vemos la próxima”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

huuu!! que miedo, un mensaje del antiquísimo Don Muerte.

Anónimo dijo...

Mámaaa!!!! whatch out with la parca, vade retro!.
Como siempre execelente post Don Hernán. Cesar 1/2terra

Ariadna Lira dijo...

Bien muchacho,que alegría, ya extrañábamos tus lectores tu trabajo.Me gustó en especial esta entrada porque tienes ese toque especial, esa magia, digna de leer una y otra vez.Un abrazo hasta tu hermosa tierra, hasta pronto.

sg (Silvina Gramajo) dijo...

amigo cada vez me sorprende mas tu narrativa, es prolija, pero lo que mas me impacta es el misterio que logras en cada una de tus lineas que hace que el lector quede atrapado y los finales siempre son adaptables a la imaginacion de cada uno, eso es un plus aparte que esta bueno porque cada uno de nosotros le pone el final que quiere y asi dejas contento a los que te leemos, sos maravilloso, te admiro, te quiero. silvina