sábado, junio 19, 2004

Dedicado a Michael Hutchence

"Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado."
Napoleón
Anoche mientras lo acompañaba a mi amigo Martín Ponce a su negocio; nuestras triviales conversaciones tomaban diversos temas y terminamos hablando del suicidio, algo extraño en nosotros en tocar este elevado tema ya que siempre giramos en asuntos sobre música, películas, paddle o en satirizar a nuestros amigos.
Extrañamente comenzamos a deliberar... me planteo que es lo que debe sentir esa perturbada persona para truncarse la vida en un instante letal; es decir, el hecho de elegir el día, el momento y las circunstancias exactas por la cual debe perecer.
- Y... realmente debe ser un “valiente” por tener la fortaleza para realizar ese loco acto.- le respondí tímidamente.
- ¡No! – me replico mientras daba el vuelto a un cliente- todo lo contrario, es un “cobarde” por no querer enfrentar la realidad, rendirse ante la vida.
En ese momento se me cruzo por la mente la imagen de la chilena Violeta Parra que se mato y conmociono a todos, pues era la autora del famoso canto “Gracias a la vida que me ha dado tanto”. Y continuo afirmándome que para el; suicidarse juega un papel dentro de la permanente evolución del hombre, así como: el mas fuerte sobrevive, el más escuálido no; el suicidio sirve para eliminar a los más débiles.- mientras por fin llegaban las milanesas con papas que pedimos por teléfono – Aparte es una postura “egoísta” porque los que sufren después son las personas que tenían algún vinculo con aquel ser que decidió autoeliminarse.
Suspendimos el tema, no porque se hable de muerte en la comida, solo que el hambre era mas fuerte y concentrados devoramos la sabrosa cena de "Mister Pizza". El tema después se perdió y volvimos a las tonteras de siempre.
Pero cuando volvía caminando hasta mi departamento pensé en los comentarios acertados de Martín... el quitarse la vida es una actitud cobarde, egoísta y "valiente" a la vez, como yo lo sostengo. Hay que tener agallas para ser capaz de apretar el gatillo, hundir la filosa hojita en las venas, saltar al vació, tragar una tras otra las agrias pastillas, suspirar el gas o tirar la silla y quedar colgado; y una vez cometido “no hay arrepentimiento”.
Yo no deseo resolver mi forma de muerte, amo la vida, la disfruto al máximo con angustias incluidas. De todas formas empezamos a morir desde el momento en que somos concebidos, la vida es muerte en potencia, podría decirse que la vida por si sola es un lento suicidio y antes de quitarme la vida, me iría de misionero o de evangelizador a cualquier sitio; si no soy capaz de otorgar un valor a mi vida, ¿porque no cederla para que otros mejoren la suya?.

5 comentarios:

Hernán dijo...
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Anónimo dijo...

Interesante tu bitacora, la "elucubracion" sobre el suicidio en infame espera a unas milanesas es de antologia. Ya voy a poner mi opinion desde los bajos fondos del conocimiento de causa.
Me alegro que lo hayas hecho.
MARCELO

Anónimo dijo...

Sobre el suicidio si es egoista, pude ser , pero cuantos veces hay personas que pasan innadvertidas vivas y logran un conocimiento de otras despues de su muerte!! y creo que si me tuviera que suicidar lo haria en la montaña (escalando) o con pastillas, una muerte durmiendo-tranquila!!!!; pero por el momento no pienso en matarme solo en vivir y en seguir para adelante en esta vida y realidades que nos toca!.
SILVANA de Cordoba

Anónimo dijo...

"Existen muchas maneras de suicidarse. Los q tratan de matar el cuerpo ofenden la ley de Dios. Los q tratan de matar el alma, tambien ofenden la ley de Dios, aunq su crimen sea menos visible a los ojos del hombre"

Jo.-

virginia dijo...

el suicidio es para los cobardes , para lo que no saben enfrentar un problema por chico que sea , en la vida hay que saber disfrutar de lo que tienes y segir adelante y saber que nunca es tarde para nada.